Epecuén
Villa Epecuén nació a orillas del lago Epecuén, una suerte de "Mar Muerto argentino" con aguas hipersalinas. Atraídos por sus propiedades curativas llegaban visitantes de Carhué (la localidad más cercana) y de Buenos Aires para tratar enfermedades reumáticas y de la piel. El 10 de noviembre de 1985, el lago que le dio fama al pueblo lo sumergió bajo el agua. A las lluvias e inundaciones en la zona se sumaron la inacción gubernamental y una serie de obras inconclusas, y como resultado el muro que protegía a Villa Epecuén cedió y el lago lo inundó. Sus casi 1.500 habitantes fueron evacuados y lo perdieron todo. La villa desapareció bajo el agua, que siguió tapándola durante años. En 1993 llegó a estar sumergida 7 metros. Empezó a asomarse casi 20 años después, dejando al descubierto las ruinas de hoteles, viviendas y balnearios.